miércoles, 28 de octubre de 2015

Los ferrocarriles en el arte japonés

Cuando en 1854 los estadounidenses rompieron el aislamiento japonés y establecieron relaciones comerciales, el regalo que causó más sensación fue un modelo a escala de un tren de vapor, y así lo recogieron los ilustradores japoneses del momento.


En la década de 1860, el gobierno ordenó construir una red ferroviaria y en 1872, Japón inauguró solemnemente su primer ferrocarril comercial, la línea de Shimbashi (Tokio) a Tokohama que, de inmediato, el ferrocarril que se convirtió en el mayor símbolo de la occidentalización tecnológica del país. En aquellos años eran muy populares en el país los ukiyo-e , gravados de tema tradicional (paisajes, samuráis, escenas de teatro, damas con kimono, escenas populares junto al río, etc). Estas xilografías permitían tener en las casas de las clases medias emergentes las obras de los autores más reconocidos. ¿Quien no ha visto alguna vez esta obra de Katsushika Hokusai de 1834?


El ferrocarril causaba tanta sensación que se incorporó enseguida como tema de los ukiyo-e. Lo encontramos circulando ante los veleros por los muelles de los puertos...


... cruzando por puentes sobre canales...


... o llegando a las estaciones...


Vemos como, una vez más, se cumple el principio de que no existe una pintura o un arte ferroviario, sino que cada época y cada estilo lo ha incorporado en sus parámetros. Son un ejemplo de ello los gravados anteriores, pero también la obra de tinta de Katsu Kaishu de 1872...


o esta Vista de Takanawa Ushimachi bajo la luna cubierta de Kobayashi Kiyochika (1879)


Incluso los horarios, los mapas y las guías incorporaron los estilos tradicionales en sus ilustraciones, estilo que perduró como puede verse en este horario de 1942...


... que contrasta con este cartel de la compañía ferroviaria de 1920 de clara influencia occidental.


Las estaciones y los trenes, siguieron siendo tema de grabadores, como Kitaoka Fumio y su Estación de Ueno en Tokio (1951)...


... acuarelistas como Sanzo Wada y su Trabajadores ferroviarios (1951), ...


.... o ilustadores actuales como Tatsuro Kiuchi.


Con las raíces en la tradición y las ramas al viento de la modernidad, el arte japonés sigue siendo un reflejo del orgullo de la sociedad nipona por su ferrocarril.

Nota: Las ilustraciones proceden mayoritariamente de las publicaciones de los museos del ferrocarril de Nagoya y Tokio, y del museo de ukiyo-e de Matsumoto.